Tras la insistencia de mi amigo David, en querer retomar la
pesca nueva mente, ya que desde septiembre del año pasado que guardar a sus cañas, ya iba siendo hora que la despolvara.
David con su carpa |
A las nueve de la mañana empezaríamos a pescar en la zona de
la central.
Las picadas eran tímidas empezando a sacar unas bogas grandes,
algún gato y cuatro carpas comunes kileras.
A la una y media un tente en pié y cuando vimos que el cielo
se puso feo para casa.
Como anécdota del día dos abejas que decidieron dejar su aguijón
en mis manos
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